Tu Ayuda Mantiene Viva la Fe en las Parroquias Rurales de Allande
Queridos hermanos en Cristo,
Las parroquias y capillas de nuestra Unidad Pastoral en Allande son mucho más que simples edificios: son el corazón espiritual de nuestros pueblos, testigos centenarios de la fe que ha sostenido a generaciones enteras. En estos muros de piedra se han bautizado nuestros abuelos, se han celebrado bodas llenas de esperanza y se han acompañado a nuestros seres queridos en su último adiós. Hoy, estos espacios sagrados necesitan tu apoyo para seguir cumpliendo su misión.
¿Por qué tu donativo es tan urgente?
Seguros obligatorios: Las exigencias legales y los riesgos de incendio, daños estructurales o robos hacen que los seguros de nuestras parroquias y capillas sean un gasto ineludible. Sin ellos, no podríamos garantizar ni siquiera la apertura de estos templos.
Luz, agua y suministros básicos: Imagina una iglesia a oscuras en invierno, sin calefacción para los ancianos o sin micrófonos para que todos puedan escuchar la Palabra. Estos servicios, aunque parezcan pequeños, suponen un coste mensual que muchas comunidades rurales no pueden afrontar solas.
Mantenimiento de emergencia: Las goteras que agrietan los altares, las campanas que envejecen o las puertas que ya no cierran… Cada euro donado es un paso para evitar que el deterioro acabe con nuestro patrimonio religioso.
Un legado que nos une
Estas iglesias no son solo “edificios del Obispado”. Son tu historia, la de tus padres y la de tus hijos. Cuando colaboras, aseguras que el Rosario de mayo siga rezándose en la capilla de tu aldea, que los niños puedan hacer la Primera Comunión como lo hiciste tú, y que ningún pueblo se quede sin misa dominical por falta de recursos.
Agradecemos tu generosidad
A quienes ya ayudáis, mil gracias. Vuestros donativos —ya sean grandes o pequeños— son un acto de amor concreto hacia la Iglesia y hacia los más vulnerables (como los ancianos de aldeas despobladas que encuentran en la parroquia su única compañía). Para los que aún no colaboráis, os pedimos que os unáis a esta cadena de solidaridad. Juntos, podemos evitar que el silencio sustituya a las campanas.
¿Cómo ayudar?
Donativos puntuales o periódicos en la cuenta de la Unidad Pastoral.
Contribuciones en las colectas específicas.
Difundiendo esta necesidad entre tus conocidos.
“No dar lo que nos sobra, sino compartir lo que tenemos” es el espíritu cristiano que nos guía. Que la Virgen de Avellos, patrona de Allande, bendiga vuestra generosidad.
¡Contamos contigo para que la luz de la fe no se apague!
Unidad Pastoral de Allande
