Divina Misericordia

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Padre César

Padre César

"Jesús, en Vos confío": que esta jaculatoria sea el alma de Allande.

¡Oh, Jesús Misericordioso!. Tu Bondad es infinita y los tesoros de Tu Gracia son inagotables. Me abandono a Tu Misericordia que sobrepuja todas Tus obras. Me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de Tu Gracia y de Tu amor que brotaron de Tu Corazón traspasado en la Cruz.

Quiero dar a conocer Tu Misericordia, por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres afligidos y enfermos. Más, Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de Tu Misericordia.

Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de Tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella pueda ensalzarla por toda la Eternidad. 

Amén.

La Unidad Pastoral de Allande, consagrada a la Divina Misericordia

     El 27 de abril marcó un hito espiritual para la Unidad Pastoral de Allande, que se consagró solemnemente a la Divina Misericordia, encomendando su camino pastoral a la infinita compasión de Dios. Este acto de entrega refleja el deseo de la comunidad de vivir y transmitir el amor misericordioso de Cristo, siguiendo el mensaje de Santa Faustina Kowalska: “La humanidad no encontrará paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia”.

     Como testimonio permanente de esta consagración, se custodia en la Parroquia de San Andrés una imagen de la Divina Misericordia, ubicada en el espacio que antiguamente ocupaba el baptisterio. Este lugar, cargado de simbolismo —donde tantos fieles renacieron a la vida de la gracia—, acoge ahora la representación de Jesús Misericordioso, irradiando su mensaje de perdón y esperanza a todos los que lo visitan.

     La elección de esta advocación no es casual: la misericordia es el corazón del Evangelio y la esencia de la misión de la Iglesia. Al consagrarse a ella, la Unidad Pastoral de Allande renueva su compromiso de ser instrumento de acogida, reconciliación y caridad, tanto en la vida sacramental como en el servicio a los más necesitados.

     Invitamos a todos los fieles a acercarse a este rincón de oración, a contemplar la imagen sagrada y a unirse en espíritu a esta consagración, para que —bajo el manto de la Misericordia— las familias, los jóvenes y toda la comunidad encuentren fortaleza y alegría en su fe.