PEREGRINACIÓN DEL PÁRROCO A MEDUGORGE

Un tiempo de gracia en Medjugorje:
Llevándolos en el corazón junto a María

Queridos hermanos y feligreses de la Unidad Pastoral de Allande:

Como cada año por estas fechas, siguiendo una hermosa tradición que alimenta mi espíritu, me tomo unos días de descanso y oración en Medjugorje, ese lugar bendito donde el cielo parece tocar la tierra y donde María Santísima, nuestra Madre, nos llama a renovar el corazón en su paz y en su amor.

En este peregrinaje, no voy solo. Los llevo a todos conmigo –sus intenciones, sus oraciones, sus luchas, sus alegrías y hasta esas dudas que a veces nublan el alma–. Allí, ante la Reina de la Paz, presento cada una de sus peticiones, porque sé que Ella, con su ternura maternal, las coloca en las manos de su Hijo, Jesús.

Estos días son para mí un tiempo de silencio, de escucha y de renovación espiritual, porque un pastor no puede dar lo que no ha recibido. Necesito volver a la fuente, recargar el alma en la oración y en la Eucaristía, para regresar con más fuerza, más fe y más amor a la hermosa encomienda pastoral que el Obispo me confió en esta tierra de Allande.

Sepan que, aunque esté lejos físicamente, espiritualmente estamos unidos. Cada rosario que rezo en aquellas colinas sagradas, cada misa a la que asisto, cada momento de adoración al Santísimo, lo vivo con profundo agradecimiento por ser su sacerdote y con el compromiso de servirles cada día con mayor entrega.

Les pido, si pueden, que oren también por mí, para que esta peregrinación sea fructífera y que, al regresar, pueda seguir caminando a su lado, guiado siempre por el Espíritu Santo y bajo el manto protector de nuestra Madre del Cielo.

¡María, Reina de la Paz, ruega por nosotros!
¡Hasta pronto, querida familia de Allande!

Con todo mi afecto y bendición,

D. César Gustavo Acuña dos Santos
Párroco de la Unidad Pastoral de Allande