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El Concejo de Allande, un Rincón Mágico del Camino Primitivo

     El concejo de Allande, en el corazón de Asturias, es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo, donde la naturaleza y la historia se entrelazan para ofrecer un paisaje de ensueño. Como parte del Camino Primitivo de Santiago, Allande no solo es un paso obligado para los peregrinos, sino un regalo para los sentidos, un remanso de belleza auténtica que cautiva a quien lo recorre.

Un Paisaje de Cuento

     Allande es sinónimo de verdes infinitos, montañas majestuosas y bosques que parecen sacados de una leyenda celta. Sus valles, como el de Boinás, o sus imponentes sierras, como la del Médula, ofrecen panorámicas que quitan el aliento. Los pueblos, con sus casas de piedra y tejados de pizarra, se integran en el paisaje como si siempre hubieran estado allí, conservando ese encanto rural que tanto se echa de menos en la vida moderna.

El Camino Primitivo: Historia y Emoción

     Como parte de la ruta más antigua del Camino de Santiago, Allande guarda un legado histórico y espiritual único. El tramo que atraviesa el concejo es duro, pero cada paso vale la pena: desde la subida al Puerto del Palo, con sus vistas espectaculares, hasta la llegada a Pola de Allande, donde los peregrinos encuentran cobijo y hospitalidad. Las iglesias románicas, como la de San Andrés de Beduledo, y los antiguos hospitales de peregrinos son testigos silenciosos de siglos de devoción.

Tradición y Autenticidad

     Allande es también cultura viva. Sus habitantes mantienen vivas tradiciones centenarias, desde la gastronomía (con productos como el pan de escanda o el queso de afuega’l pitu) hasta las fiestas populares, donde el folclore asturiano se manifiesta en todo su esplendor.

Un Refugio para el Alma

     Caminar por Allande es conectar con lo esencial: el rumor de los arroyos, el crujir de las hojas en los bosques de castaños y robles, el silbido del viento en las brañas… Es recordar que, en un mundo cada vez más acelerado, existen lugares donde el tiempo se mide en amaneceres y atardeceres.

     En definitiva, el concejo de Allande es una joya del Camino Primitivo, un rincón de Asturias que no solo atraviesan los peregrinos, sino que los transforma. Porque aquí, cada sendero, cada piedra y cada mirada al horizonte son un recordatorio de que la belleza más pura sigue existiendo, esperando a quien se atreva a descubrirla.

¡Allande es, sin duda, parada obligada en el camino hacia Santiago… y en el camino hacia lo maravilloso! 🌿✨🏞️

Las fotos son cortesía de Vanesa López Pastur

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